Hasta la fecha, las pruebas de vehículos sin conductor se han realizado siempre en entornos controlados, en carreteras públicas, y apoyándose en un único operador, pero, ¿qué ocurriría si el vehículo quisiera desplazarse entre varios países?
A día de hoy, no podría hacerlo. Entre otras razones, por la falta de cobertura inalámbrica, el roaming y porque no todos los países utilizan el mismo espectro. Además, recientes accidentes con víctimas mortales han demostrado que hace falta extender el alcance de visión del vehículo autónomo, escenario en el que la tecnología 5G ofrece la mejor solución.
Es por ello que Europa trabaja en el diseño de nuevos corredores digitales 5G que facilitarán la movilidad transfronteriza de los vehículos sin conductor. Uno de ellos es el corredor Munich-Bolonia, que cubre 600 kilómetros de carreteras de tres países -Italia, Austria y Alemania- y es uno de los más importantes identificados por la Unión Europea para mejorar la movilidad de personas y mercancías en todo el continente.
Su desarrollo es el principal objetivo del proyecto 5G-CARMEN, liderado por la Fondazione Bruno Kessler (Trento, Italia), y entre cuyos socios se encuentra la Universitat Politècnica de València (UPV) a través de su Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM).
Multiplicar por 4-5 el nivel de automatización actual, el objetivo
José Francisco Monserrat, investigador del mismo, explica que el objetivo de 5G-CARMEN “es que los coches sin conductor alcancen un nivel de automatización entre 4 y 5 -hoy este nivel es de 1- y puedan circular de forma totalmente autónoma -en este caso, en el eje austro-ítalo-alemán- aprovechando para ello el potencial que nos brindará la tecnología 5G”.
Ésta permitirá que la red móvil 4G actual evolucione cubriendo las necesidades de comunicación de los vehículos autónomos, tanto en términos de velocidad de intercambio de datos como en tiempos de respuesta de la infraestructura de red.
“La 5G permite ver donde las cámaras no ven, donde los radares no alcanzan”
“Lo que se necesita”, prosigue el investigador del iTEAM-UPV, “es que los tiempos de conexión entre vehículos bajen de los 5 milisegundos, cuando hoy por hoy, hay dificultades para llegar a los 100. Esto es lo que aportará la 5G, una tecnología cuyos mecanismos de transmisión son mucho más eficientes, lo que reduce la latencia. Con esa transmisión de baja latencia, los vehículos, en caso de riesgo de accidente, pueden reaccionar a tiempo. La 5G permite ver donde las cámaras no ven, donde los radares no alcanzan. Pero, sin duda, lo más importante es la reducción de los tiempos de comunicación entre los vehículos, clave para la seguridad en nuestras carreteras”.
El proyecto 5G-CARMEN facilitará que los vehículos se conecten a una infraestructura que no será necesariamente la del operador, sino la que los estados ofrezcan para garantizar la continuidad del servicio. Otra alternativa es que se permitan sobrealcances de cobertura de los operadores entre fronteras, de manera que exista una total continuidad de la comunicación. Será, además, el primero proyecto en que se pruebe, de manera masiva, la solución C-V2X, comunicaciones entre vehículos asistidas por la red móvil.
Diferentes simulaciones
En el marco de este proyecto, se llevarán a cabo diferentes simulaciones en las que se caracterizará primero el funcionamiento individual de los vehículos y, posteriormente, el que tendría ya en una autopista.
Desde el iTEAM de la UPV, se realizará la emulación de un escenario en el que muchos o todos los vehículos sean autónomos, para así poder diseñar un sistema que funcione bajo cualquier premisa. Así mismo, se analizarán variables como el tiempo de latencia/respuesta de los vehículos, la conectividad entre los distintos usuarios, o los tiempos de respuesta ante distintas condiciones climáticas, entre otros.
El proyecto, en el que participan un total de 25 socios, se prolongará, inicialmente, durante los próximos tres años.